ACEITE DE CALÉNDULA

En esta entrada de blog, os explicamos una breve introducción de una de las flores que podemos encontrar en nuestro entorno la caléndula y de como poderla utilizar para proteger nuestra piel!

La caléndula es una planta originaria del sur de Europa, nativa de la región mediterránea. Puede ser utilizada como fines decorativos en jardines y a la vez  usada por sus diversos beneficios para el cuerpo humano.

Sus usos se remontan al siglo XII; se usaba comúnmente para tratar picaduras de insectos frotando la flor contra el área inflamada. Sus pétalos tienen las propiedades de sanar lesiones tópicas y proporcionar protección al cuerpo contra las infecciones.

Los aceites y cremas compuestos de caléndula constituyen confiables y ampliamente utilizados remedios de medicina alternativa; aliviando problemas de la piel: irritaciones, ayuda en procesos inflamatorios internos y externos (ej. quemaduras o úlceras) y a la vez contribuyen en la regeneración celular (por su elevado contenido en flavonoides)

Los pétalos secos de la flor se utilizan para preparar cremas, ungüentos y aceites donde se extraen todas las propiedades.

¿Cómo preparar aceite de caléndula?

Ingredientes y modo de preparación:

-         Aceite de oliva virgen

-         Flores de caléndula

En un frasco de cristal de medio litro vertemos los pétalos de caléndula, añadimos aceite hasta que éste cubra ligeramente las flores.

Taparemos bien el frasco y lo colocaremos al sol durante 20-30 días, moviéndolo de vez en cuando.

                           

Pasado el tiempo lo filtraremos y envasaremos en un recipiente de vidrio oscuro y se guardará en un lugar seco y fresco, lejos del alcance de la luz y calor.

Modo de empleo:

Aplicar unas gotas diluidas en un aceite base ligero o en una crema para resolver los problemas de la piel.

NOTA IMPORTANTE: Antes de aplicar cualquier crema o aceite, hay que realizar una prueba en un área pequeña de la piel, si no se presenta ninguna reacción alérgica, es seguro usar cualquier tratamiento de caléndula. No aplicar sobre heridas abiertas o supurantes.

Siguiendo el mismo consejo, de uso de otras plantas medicinales, la caléndula debe tomarse con precaución por mujeres embarazadas o se debe evitar su ingestión.